Los fontaneros no están libres de que algunos accidentes derivados de su actividad tengan lugar como, por ejemplo, que se rompa el espejo del baño mientras el profesional está sustituyendo el lavamanos por uno nuevo o que un sellado defectuoso de las tuberías provoque un escape de agua en la vivienda que pueda acabar formando charcos de agua y deteriorar paredes, suelos o incluso techos.
Para poder responder de manera efectiva a todo este tipo de imprevistos, los fontaneros necesitan contar con un seguro de responsabilidad civil que les permita estar cubiertos ante percances como estos. Es posible que seas el mejor de los profesionales y que nunca hayas experimentado una incidencia como ésta, pero eso no significa que seas inmune ante estos problemas. Los percances pueden suceder a cualquier persona, por lo que lo mejor si estás planteándote abrir tu propio negocio es que contrates un seguro de responsabilidad civil.
¿Para qué me sirve el seguro de responsabilidad civil de un fontanero?
La responsabilidad civil está pensada para servir como cobertura ante reclamaciones que tú, como autónomo, puedas recibir por daños materiales o personales que tu actividad laboral haya podido causar a terceros. Los llamados “vicios ocultos” pueden originarse a partir de los 12 meses siguientes a la realización de los trabajos, haciendo que puedan contactarte hasta un año después.
Contando con un seguro de este tipo podrás estar más tranquilo a la hora de ejercer tu trabajo, ya que contarás con un respaldo que se hará cargo de cualquier imprevisto que pueda surgir en tu actividad laboral y, en especial, un respaldo que responderá a cualquier amenaza de terceros.
De esta manera, los seguros de responsabilidad civil no sólo se convierten en un seguro para ti como empresario autónomo, sino también para los potenciales clientes que tengas, ya que tendrán la seguridad de estar perfectamente protegidos en el caso de que algo no salga como debería, como señalan desde fontanerosmallorca.net, fontaneros con más de 40 años de experiencia en este negocio.
Es importante que sepas que, a la hora de montar tu negocio de fontanería, no es obligatorio por ley que cuentes con un seguro de responsabilidad civil. Pero lo cierto es que, en los últimos años, algunas compañías e incluso algunos clientes particulares han comenzado a pedirlo como requisito de contratación. Además, este tipo de seguros también te avalan como profesional, ya que suponen un plus de transparencia de cara a los clientes que te contraten.
¿Qué incluye la responsabilidad civil de un fontanero?
Los fontaneros pueden causar daños materiales, principalmente, ya que la actividad que realizan no está relacionada con ámbitos económicos, como es el caso de los informáticos, por ejemplo, cuya mala práctica podría desembocar en la pérdida de información sensible de la empresa y, por tanto, en la pérdida de enormes cantidades de dinero.
Por eso, los seguros de responsabilidad civil de un fontanero suelen cubrir aspectos que hacen referencia a daños materiales, como es el caso del daño, deterioro o destrucción de una cosa o las lesiones corporales o muerte causados a personas físicas como consecuencia directa de la actividad laboral del fontanero.
Además, también pueden incluir los perjuicios consecutivos, que es cuando existen pérdidas económicas derivadas como consecuencia directa de los daños personales o materiales que haya sufrido el reclamante o perjuicios no consecutivos, que se dan cuando las pérdidas económicas no tienen como causa directa el daño material o personal sufrido por el reclamante.
En estos casos, el asegurador correrá con los gastos dentro de los límites fijados y con el abono de la cantidad de la indemnización que se haya determinado a los perjudicados, además del pago de las costas y gastos judiciales si el proceso pasa a demanda, incluyendo los gastos de defensa del fontanero que haya contratado el seguro. Y en el caso de que se exigiese alguna fianza, también quedaría incluida en algunos de estos seguros de responsabilidad civil.