Tener una buena iluminación es un factor muy importante en la productividad según explican los estudios científicos, ya que permite que los trabajadores se cansen menos su vista, se sientan más cómodos y no sufran de dolores de cabeza. Si eres dueño de una empresa y tienes oficinas en ella, te recomiendo que le eches un vistazo a este artículo para que tu espacio de trabajo esté bien iluminado y obtengas los resultados más eficientes en cuanto a productividad. ¡Adelante!
¿Por qué es importante tener una buena iluminación en tu oficina?
Antes de comenzar de lleno con las claves para iluminar de forma correcta una oficina merece la pena hacer una pequeña ampliación de los beneficios de tener bien iluminada tu oficina. Así pues, lo primero que debes tener en cuenta es que iluminando de forma correcta tu espacio de trabajo conseguirás reducir el cansancio y la fatiga mental. Y es que después de una cuántas horas de trabajo frente al ordenador y manteniendo la misma postura, resulta inevitable que la productividad disminuya. Por eso, depende de nosotros mejorar las condiciones para que esta disminuya lo menos posible.
Como decíamos al principio, uno de los principales problemas de tener tu oficina mal iluminada son los problemas de migrañas y jaquecas. La mala iluminación, sumada a la luz constante que recibimos de los monitores pueden causarnos dolores de cabeza. Así mismo, una mala iluminación puede influir en nuestra situación de estrés y ampliarla.
Por todo ello, es fundamental que tengamos en cuenta la importancia de una buena iluminación del espacio de trabajo.
Claves para conseguir una buena iluminación en la oficina
Lo primero que debes de tener en cuenta es la iluminación no debe ser la misma en cada espacio de la oficina. Los espacios dedicados al archivo, si es que tienen, deben tener un nivel de luz diferente a, por ejemplo, la sala de reuniones, los pasillos o la sala de descanso. En nuestro caso, nos interesa analizar la iluminación que debe tener el espacio de trabajo, que debe contemplar unos niveles de luminosidad de 400 a 700 lux. Aunque, si es una empresa con puestos de trabajo creativos en los cuáles es muy importante fijarse en los detalles, los niveles aumentarán desde los 600 a 1500 lux.
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Otro aspecto a tener en cuenta, independientemente de los niveles de luminosidad, es el tipo de iluminación. Esta puede ser iluminación general, la cual proporciona una luz directa y uniforme a toda la zona de trabajo, o iluminación focal. En el caso de esta última la luz se centra en un espacio puntual y concreto, especial para un puesto de tamaño reducido y con el cual ahorrar algunos gastos. Otro tipo de iluminación que podemos emplear es la iluminación decorativa. En ese caso debemos de asegurarnos que la iluminación artificial combina con la luz de ambiente (luz natural del exterior). Por ejemplo, si construimos unos grandes ventanales hay que fijarse que estos proporcionen la luz necesaria y que se ajusten a los niveles óptimos del espacio de trabajo o, por lo menos, que se puedan regular dependiendo de las condiciones atmosféricas del exterior.
Sin lugar a dudas la iluminación resulta fundamental y es un factor muy importante como hemos visto. Si queremos que nuestro espacio de trabajo sea ideal, debemos fijarnos en los aspectos detallados más arriba y elegir qué tipo de iluminación queremos que tengan nuestras oficinas.