Si tu trayectoria profesional te está derivando hacia el comercio online es importante que tengas muy bien definido tu target o cliente objetivo ya que sólo así podrás adoptar estrategias publicitarias y de marketing exitosas.
En cualquier caso, por la red proliferan diferentes tipos de clientes que no está de más que conozcas. Conociéndolos, podrás acabar entendiendo muchos de las transacciones de compra y venta que se dan a través de Internet.
– El cliente busca chollos. Es el perfil de usuario que navega por diferentes e-commerce con el fin de encontrar gangas o precios más rebajados a los que podría encontrar a través de los canales tradicionales físicos. Además, suele visitar páginas donde conseguir cupones o código descuento para que les salga aún más barata su compra.
Se caracterizan por ser poco fieles, pero suman un porcentaje elevado del total de transacciones online que se producen a diario.
– El cliente fiel. Este perfil podría equipararse perfectamente al target de una tienda online. Es aquel individuo o grupo de personas que una vez han comprado a través de la plataforma, han recibido el producto, han comprobado su calidad y servicio, siguen comprando en el mismo negocio virtual siempre que lo necesitan. Se sienten a gusto con el trato recibido, la rapidez en la entrega, el precio y sobre todo la calidad y el servicio post-venta.
Encontramos muchos casos de negocios online que gozan de mucha popularidad en la red por ofrecer valores añadidos que siempre gustan como el envío de naranja a domicilio con Naranjas Quique .
– El cliente exclusivo. Tampoco se caracteriza por su fidelidad a una plataforma online, pero dejan de vez en cuando interesantes sumas de dinero en sus compras por Internet.
Normalmente se corresponde con un perfil femenino que busca artículos de lujo y exclusivos que, por regla general, no puede encontrar en la población en que reside a menos que se desplace a una gran ciudad o capital.
– El cliente impulsivo. Todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos comprado por comprar, sin pensar ni valorar el precio o si realmente necesitamos lo que estamos adquiriendo.
Por Internet pulula también el perfil de comprador que actúa por impulso. Es aquel que ve algo a través de una página web y que se enamora del artículo y decide adquirirlo de inmediato sin importar su coste y, en algunos casos, su necesidad o utilidad.
– El cliente detective. Con este usuario o internauta muy poco vamos a conseguir a menos que nuestro producto sea el que más prestaciones y ventajas ofrece frente a la competencia.
Se corresponde con aquella persona que se pasa horas y horas comparando el mismo artículo en diferentes webs , el que analiza hasta el último detalle y sobre todo valora que haya un céntimo de diferencia.
Ahora ya sabes los clientes virtuales a los que te puedes enfrentar. Lo importante es que todos acaben convirtiéndose en fieles compradores de nuestra tienda virtual.