La calidad del producto es apenas la mitad del camino de una empresa en busca de la satisfacción de sus clientes. Una buena atención, un trato amable y un servicio postventa acertado son factores que muchos líderes y emprendedores novatos descuidan hasta que advierten las consecuencias. No importa si se trata de una multinacional o un negocio local, en cualquier caso, la atención al cliente es esencial, y por ello queremos compartir contigo estos diez consejos básicos para no fallar.
Cordialidad desde el minuto cero
No hay segundas oportunidades para causar una primera buena impresión. Es así de tajante. Por ello, la primera clave se centra en un aspecto tan elemental como la buena educación. Un “buenas tardes” o un “bienvenido” son palabras mágicas que alejan la indiferencia y el trato frío. Por supuesto, debemos evitar un trato demasiado desenfadado o una confianza exagerada, pero en general, tratar de que el cliente se sienta “como en casa”.
Mima a tus clientes
No hay nada como sentirse querido y aceptado, y tus clientes lo desean. Piénsalo de esta manera, un cliente satisfecho es más infalible que una valla publicitaria o un spot televisivo, ya que su testimonio atraerá a todas las personas a su alrededor hacia tu negocio, y en estos casos, los mejores “anzuelos” para elevar tu clientela son precisamente las promociones, los descuentos y las ofertas limitadas. Emplea estos recursos para generar un “boca a boca” efectivo y duradero.
Errar es de sabios
Nadie está exento de fallos en su negocio, y en este caso, hablamos de las reclamaciones, las quejas y las insatisfacciones que inevitablemente afectarán nuestro negocio. Para colmo, vivimos en un mundo donde las redes sociales pueden hundir por completo la buena imagen de una empresa. Un comentario negativo tiene más efecto que tres positivos, así que dedícate a implementar un mecanismo de retroalimentación efectivo y aprende de los errores.
Fideliza, fideliza, fideliza…
Cuando un cliente repita la visita a tu negocio, no dejes escapar la oportunidad. Puedes recurrir a una conversación o un comentario que se haya producido en su visita anterior. Sácalo a flote y hazle saber que lo recuerdas y que sabes exactamente quién es. Aunque parezca algo insignificante, son pequeños detalles que calan hondo en las personas y las fidelizan a tu negocio. Crea un ambiente de confianza y exclusividad y notarás la diferencia. En callgest.net son un buen ejemplo de ello.
Comparte tu visión con el resto
Tus empleados son la pieza clave a medio camino entre los clientes y tu visión del negocio. Por ello, entrénalos continuamente. Un servicio de atención al cliente acertado y exitoso necesita de personal capacitado, comprometidos con la empresa y dispuestos a ofrecer el mejor de los tratos. Comunícales tu visión, hazles partícipes del proyecto y bríndale todas las herramientas que necesiten para satisfacer a los consumidores.
Predica con el ejemplo
Cuando tú mismo te diriges a los clientes y lidias con los reclamos, tus empleados están “bebiendo” el verdadero espíritu de la compañía. No sirve de nada trasmitir una idea si luego no la ponemos en práctica nosotros mismos. Por ello tu compromiso y tu actitud deben hablar por sí solas. Inspira, y al mismo tiempo, estimula. Para involucrar debes incentivar, reconocer los logros y esfuerzos de la misma manera que señalas los desaciertos.
Brinda una información precisa
Tus empleados deben conocer cada una de las particularidades del producto que están ofreciendo, así como los aspectos relacionados con la política de la empresa. Las características, los precios, las formas de pago, los beneficios, los tiempos de entrega, los descuentos disponibles, cada mínimo detalle descrito en un lenguaje sencillo y afable es primordial para que el cliente se sienta confiado y más dispuesto a realizar la compra.
La belleza está también en el exterior
Si algo debemos tener en cuenta a la hora de decorar el establecimiento o presentar nuestros productos es precisamente la profesionalidad. La limpieza, el porte y aspecto de los empleados, el orden y la organización, cada uno de estos elementos puede y debe jugar a nuestro favor de cara al cliente. Apostar por un clima agradable y formal es básico dentro de la atención al cliente.
El cliente nunca espera
Un local bien decorado o un empleado amable son muy poco efectivos si el cliente debe esperar por un tiempo excesivamente largo para ser atendido. En términos de eficiencia, el tiempo de respuesta debe ser el más corto posible. Si estamos atendiendo a otro cliente, transmítele a la persona que espera la sensación de que pronto la asistirás. En estos casos, unos pocos segundos pueden ser decisivos entre una mala experiencia y una compra potencial.
Sincero es mejor que informal
Nunca subestimes al cliente. Los plazos de entrega, el precio acordado, los términos de la garantía, cada compromiso asumido debe ser respetado y cumplido. En caso contrario, no trates de ocultar la información o brindar excusas vanas. Si no puedes prometer algo o no crees poder cumplir las expectativas, sé sincero. Esto te permitirá ganarte la confianza del cliente y no arriesgarte a perderlo para siempre.