Los mejores consejos para realizar presentaciones exitosas

Comparte en tus redes sociales:Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter
Pin on Pinterest
Pinterest

Realizar una presentación siempre supone un desafío, ya que se trata de exponernos a nosotros mismos frente a un público para vender una idea. Cuando hablo de vender una idea, no hablo exclusivamente de hacer un pitch para vender un producto a una empresa, sino también de dar una clase, de explicar un concepto o de analizar según qué datos en una reunión informativa. Sea como fuere, se trata de una experiencia que puede poner nervioso al más pintado, ya que implica posicionarnos frente a un grupo de personas que va a poner toda su atención en lo que estamos diciendo, y eso puede llegar a resultar incómodo. No cabe duda de que realizar una presentación requiere tiempo de preparación, y siempre es recomendable contar con algún tipo de apoyo extra, ya sean diapositivas, algún vídeo, fotografías, o, en general, cualquier pequeño extra que pueda aportar dinamismo a la presentación. Parte de nuestro objetivo es no aburrir a la audiencia, de ahí que tengamos que pensar en alternativas estimulantes.

Presentar ante un grupo de personas, ya sea grande y pequeño, siempre puede ponernos algo nerviosos, incluso cuando llevamos mucho tiempo haciéndolo. He preparado algunos consejos que me han resultado muy útiles a lo largo de mi trayectoria para que consigas tranquilizarte y realizar una presentación con éxito. Los objetivos que podemos tener a la hora de presentar ante una audiencia pueden ser muy variados, desde vender, efectivamente, un producto o una idea de negocio, hasta impartir una clase. Siempre buscamos resultar entretenidos, que nuestro público mantenga la atención y les interesemos. Conseguir esto es más difícil de lo que parece, pero si lo que estamos ofreciendo es bueno no nos costará nada atraer al público y mantener su atención hasta el final de nuestra presentación, haciendo de esta algo exitoso.

Cómo conseguir realizar una presentación con éxito

La clave a la hora de hacer una presentación es la confianza. Sí, resulta muy fácil decirlo, pero sé perfectamente que no resulta tan fácil llevarlo a cabo. No hablo únicamente de confianza en aquello que estamos presentando, sino también de confianza en nosotros mismos y en nuestro discurso. Habrás oído en más de una ocasión el clásico truco de imaginarse al público desnudo, pero a mí personalmente eso nunca me ha resultado. Esa idea te posiciona ante una audiencia vulnerable, y ese es precisamente el objetivo, que no te sientas sobrepasado por la presencia de un grupo de personas prestándote atención. Sin embargo, a mí siempre me han resultado más cómodos y prácticos otros trucos con objetivos similares.

Por ejemplo, el saber que todas las personas que me están escuchando estarían igual de nerviosas que yo de ser los ponentes me tranquiliza, ya que me da a entender que comprenden mi posición. Asimismo, conseguir un tono entre coloquial y formal, que resulte cercano, no es tan complicado. No hace falta que pienses en que estás hablando con tu grupo de amigos, pero sí puedes hablar con la convicción de que ya has vendido tu idea. No digo que omitas información importante, dando por sentado que tu audiencia ya conoce aquello de lo que estás hablando, pero sí que hables de ello con mayor naturalidad. A nadie le gusta sentir que le están tratando de vender algo, por lo que la confianza es clave para demostrar la pasión que sentimos hacia aquello que presentamos. Cuando alguien habla con confianza y naturalidad sobre algo que le apasiona es mucho más fácil enamorarse de ese algo. A ti mismo te habrá pasado en más de una ocasión el haber sentido cierta reticencia a optar por un producto del que se ha hablado sin pasión y únicamente desde el punto de vista comercial, ¿no es así?

La confianza también se transmite a través de la improvisación. No te confundas, es evidente que has de llevar aquello que pretendes decir anotado para que no se te olvide nada y puedas seguir una estructura coherente, pero no es necesario que lo lleves anotado al milímetro. Nadie habla de la misma forma que escribe. En estos casos, lo mejor es llevar una pequeña nota con los diferentes puntos y los aspectos más importantes de cada uno, para que puedas hablar con fluidez sobre ellos sin dejarte nada importante, pero sin automatizar la voz. Lo que me lleva a los apoyos visuales.

Según este portal especializado, una presentación resulta mucho más atractiva cuando, además de escuchar a una persona, también contamos con un estímulo visual. Al fin y al cabo, es una manera de atraer los sentidos más básicos de tu audiencia, lo que se traduce en conseguir mucha más atención hacia aquello que estás exponiendo. Asimismo, esto puede resultar doblemente útil. La memoria visual y la memoria auditiva tiene distintos grados, y el contar con ambas hará que las personas recuerden con mayor claridad aquello de lo que estabas hablando. Esto es muy práctico a la hora de vender una idea, ya que los conceptos quedan más claros, pero resulta especialmente práctico cuando estamos impartiendo una clase. Además, a ti también puede resultarte cómodo, ya que no es necesario que lleves algo anotado a mano, sino que puedes apoyarte directamente en la diapositiva para seguir el hilo.

Así pues, la clave, al menos basándome en mi experiencia, es la confianza, la naturalidad y los estímulos añadidos. Hablar con pasión y contar con elementos adicionales que atraigan más la atención son los mejores consejos que puedo darte para que consigas realizar una presentación con éxito.

Comparte en tus redes sociales:Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter
Pin on Pinterest
Pinterest